martes, 5 de julio de 2011

Contra el calentamiento

El CO2 también se recicla.

Una tonelada de dióxido de carbono en la superficie terrestre ocupa 509 metros cúbicos y equivale al CO2 desprendido tras 14.000 km de viaje en coche o al desprendido por un avión tras 20 viajes de ida y vuelta de Madrid a Barcelona. Sin embargo, enterrada a partir de 1100 metros, esta tonelada de CO2 pasa a ocupar poco más de un metro cúbico (1,39 m3).

Basándose en la idea de almacenar el dióxido de carbono bajo tierra, se han desarrollado seis proyectos europeos para analizar la viabilidad de generar electricidad con carbón limpio. La planta de investigación del estado se encuentra en Hontomín (Burgos), el CO2 será inyectado en el subsuelo , en una formación de rocas calizas para ser almacenado a unos 1400 m de profundidad. El gas se alojará en los poros de la roca caliza que, empapada de agua salobre, actuará como una esponja en la que el CO2 se disolverá y reaccionará con los minerales de la roca para formar nuevas mineralizaciones y quedar allí confinado.
Esta tecnología, que todavía se encuentra en su fase experimental, permitiría economizar aproximadamente 35% de las emisiones de CO2 de la siderurgia, de las fábricas de cemento y de las centrales eléctricas, que en 2004 representaban unos 29.000 millones de toneladas de CO2.

Para garantizar el sellado, evitando que el dióxido de carbono vuelva a la superficie, se ha elegido una zona que presenta por encima de las rocas calizas una capa no porosa ni permeable. Por su parte, algunas organizaciones ecologistas denuncian los riesgos de escapes del CO2, y temen que las burbujas de gas suban a la superficie a través de fisuras.

Emplazamientos para sumideros de CO2- (Fuente: Instituto Geológico y Minero de España, Ministerio de Industria, Agencia Internacional de la Energía y elaboración EL PAÍS)


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Iñaki

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Profesor de las asignaturas de Biología y Geología de 1º y, Biología y Fisiología y anatomía humana de 2º Bachillerato de Ciencias y Tecnología.