El tejido óseo constituye aproximadamente el 18% del peso corporal y es un tejido vivo complejo y dinámico del que conocemos bastante poco. Este es un buen momento para conocer alguna de esas curiosidades que circulan en la red sobre nuestro esqueleto. Como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis el esqueleto de un personaje famoso. ¿adivináis quién es su propietario?
Los huesos del ser humano han representado la muerte en la mayoría de las culturas del mundo, sin embargo e irónicamente sin los huesos poco sería del ser humano. Los huesos tienen un alto contenido de calcio y fósforo. No todos los huesos tienen las mismas dimensiones ni la misma forma, los hay desde muy largos hasta muy pequeños. Una característica de los huesos largos es que en su interior contienen la medula ósea, que realiza uno de los trabajos de mayor importancia para nuestra sangre, producir los glóbulos blancos y rojos.
Aunque los huesos son fuertes y duros no están exentos de romperse, por accidentes o por desgaste, produciéndose las conocidas fracturas. Aunque la parte exterior del hueso es resistente, en su interior se encuentra una porción porosa que le confiere ligereza, esta estructura lo hace más resistente aunque pueda parecer lo contrario. Según algunos expertos un trozo pequeño de hueso puede llegar a resistir hasta nueve toneladas de peso sin llegar a romperse. Este mismo peso seria capaz de romper una pieza de cemento del mismo tamaño que el hueso.
El hueso más largo del cuerpo humano, con cuarenta y seis centímetros de largo, es el fémur. Por el contrario, el hueso más pequeño es el estribo, hueso diminuto de un poco más de dos milímetros que llevamos en el oído medio.
El ser humano, en su desarrollo normal, detiene el crecimiento de los huesos alrededor de los 18 años en las mujeres y de los 21 años en los varones.
Aunque resulte difícil de creer en casos raros, algunas personas desarrollan un par de costillas extras a las normales, las denominadas costillas decimoterceras.
Y aunque parezca insólito, el cuello de una jirafa presenta el mismo número de huesos que el simple cuello humano.
El esqueleto humano adulto está constituido por 206 huesos, la mayoría d ellos pares, con un miembro de cada par en cada lado del cuerpo. El esqueleto de los lactantes y niños presenta más de 206 huesos ya que alguno de ellos se fusionan más tarde en la vida adulta. Como ejemplos tenemos los huesos de la cabeza (fenómeno que da al cráneo la flexibilidad necesaria para adaptarse al canal del parto, y en la vida postnatal permiten el rápido crecimiento del cerebro durante la infancia), de la cadera y algunos huesos de la columna vertebral.
Los dientes que también están formados por considerable cantidad de calcio, se deterioran rápidamente durante los primeros veinticinco años de vida, es en este período cuando sufren su mayor desgaste. Esto debido a que el esmalte joven (la sustancia más dura que fabrican los animales) es más delicado que el resistente esmalte maduro.
Tenemos 32 dientes, de los cuales 8 son incisivos (para cortar), 4 caninos o colmillos (para desgarrar), 8 premolares y 12 molares (para masticar). Los cuatro molares que desarrolla el ser humano en la edad adulta se llaman popularmente “muelas el juicio”, aunque a decir verdad gran parte de los adultos, mayores de veinticinco años no las desarrollan en toda su vida. Algunos bebés han nacido con la dentadura completa, como el rey Luis XIV.
Y ahora, con un poco más de seriedad, podéis descargar este dibujo del esqueleto humano para identificar y rotular sus huesos.
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